Estoy loco (porque sí).
Lo sé.
Deambulo rebotando;
siempre hemos existido,
en otras épocas éramos perseguidos,
marcados en la espalda como animales,
fusilados sin piedad,
muertos al pie de una barricada,
defendiendo una bandera inventada
por otros locos,
que eran nuestros hermanos.
Pero hoy la temperatura es para cuerdos.
Se nos acepta,
con tono de niños traviesos,
la locura ya no terrible
por la abrumadora claridad,
las demasiadas causas para vivir,
el progreso de la medicina...
quién sabe.
Y con esos escasos camaradas del delirio
me siento aislado,
como una araucaria en un parque urbano.
Casi muerto.
Sin embargo sé que estoy vivo
porque algo ruge en mi interior,
destrozando la caligrafía,
haciendo trizas mi linterna.
A veces creo que es un lujo esta provocación,
otras, que es antihigiénica.
Es tan complicado escribir una leyenda propia,
dibujar fantasmas,
coleccionar ilusiones.
martes, 5 de abril de 2011
domingo, 3 de abril de 2011
Deceso, en ceso esta vida diaria,
ajena
en silencio y colapsando
este cotidiano grito
Correr y atravesar la herida
desenmascarar este pulso incógnito,
olvidar ya esta arritmia agónica
del subsuelo.
Disparar los rostros al pavimento
desenterrar el verso
y de bruces jalar el gatillo del camino
balancear el desequilibrio.
Este del alma,
que carcome, que enhiela este andar
con el corazón apretado
y la sangre roja brillando
en la yema de los dedos
Con la cabeza aún intacta,
como la memoria.
ajena
en silencio y colapsando
este cotidiano grito
Correr y atravesar la herida
desenmascarar este pulso incógnito,
olvidar ya esta arritmia agónica
del subsuelo.
Disparar los rostros al pavimento
desenterrar el verso
y de bruces jalar el gatillo del camino
balancear el desequilibrio.
Este del alma,
que carcome, que enhiela este andar
con el corazón apretado
y la sangre roja brillando
en la yema de los dedos
Con la cabeza aún intacta,
como la memoria.
Vimos el sol.
¡sí que lo vimos!
Vamos del pabellón 8 o calle 10
los que lo vimos,
o éramos de Portugal o de General Mackenna.
Angelo y mi mano queriendo tocarlo,
pero él se iba en un taxi por Av. Matta.
Las hojas del cuerpo del sol
Las hojas volando y los ojos de Angelo
y los labios juntos soplando
Y era la hoja del sol.
Angelo, dime de vientos y días,
de parto,dime con tus dedos nube,
techo, aire, sol
Dime espejos del pabellón,
dime alma en la cordura
Dime zapato, pie, cordón.
¡sí que lo vimos!
Vamos del pabellón 8 o calle 10
los que lo vimos,
o éramos de Portugal o de General Mackenna.
Angelo y mi mano queriendo tocarlo,
pero él se iba en un taxi por Av. Matta.
Las hojas del cuerpo del sol
Las hojas volando y los ojos de Angelo
y los labios juntos soplando
Y era la hoja del sol.
Angelo, dime de vientos y días,
de parto,dime con tus dedos nube,
techo, aire, sol
Dime espejos del pabellón,
dime alma en la cordura
Dime zapato, pie, cordón.
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